Escultura, Arte y Música

Escultura, Arte y Música



jueves, 29 de noviembre de 2012

¿Qué estás dispuesto a pagar?


 
Nos acercamos a unas fechas en las que el común de los mortales suele regalar, o tener algún detalle con sus seres queridos. Son fechas en las que por lo general se hace un esfuerzo económico extra.
Según está la situación actual, muchas personas no podrán hacer este esfuerzo, puesto que los momentos son muy difíciles.
Con independencia de todo esto, la proximidad del final de año, me hace siempre reflexionar sobre el precio del arte.
No quiero entrar a valorar ciertos mercados, ni la obra millonaria de artistas consagrados, cosas que por otro lado, me superan.

Quiero referirme a la obra de multitud de autores, (entre los que me incluyo) que con gran esfuerzo luchan por sobrevivir. Autores que viven exclusivamente de su trabajo, y que en estos momentos no les queda más remedio que estar en un “stand by”.
Estos autores, o profesionales del sector de las artes plásticas cuando sacan al mercado su trabajo tienen normalmente la misma sensación de incertidumbre, al depender su subsistencia del público que admira su obra.

Hay todo tipo de público y de compradores de arte. Personas que compran por inversión, por gusto o por presumir ante sus amigos de poseer ciertas obras.
Todo esto es lícito y cada uno que lo haga con su dinero lo que quiera, no soy quien para criticar los actos de nadie.

Las transacciones artísticas son cada vez menos habituales, y una de las razones es el “precio” y la maldita crisis.
Esta última ha hecho disminuir el número de ventas con el consiguiente cierre de galerías y espacios donde los artistas presentaban su obra. Tristemente es así, pero no es solo la razón económica. La crisis también es de valores, cultural y de falta de educación.

Sí, el arte no es barato, soy el primero en reconocerlo, pero eso no quiere decir que sea caro, ni que sea inalcanzable. Cualquier persona con ciertos recursos, (fuera de la crisis actual y situaciones de necesidad) puede ir haciendo una pequeña colección de obra muy digna a precios muy razonables.
Afirmar si el arte es caro o no, es una postura cómoda, y en cierta medida por desconocimiento.

El gusto por el arte es muy personal.

Hay quien no adquiere obra para admirar en su casa, pero gasta parte de sus ahorros en visitar una exposición y está invirtiendo en arte, en cultura en definitiva.
Los hay que dicen que es caro, que es un engaño y que no sirve para nada.
Hay personas que gastan anualmente en asistir al fútbol verdaderas fortunas, que invierten en propiedades inmobiliarias, en juegos de ordenador o en móviles de última generación.
Hay personas que gastan en televisores de tamaños descomunales o en sofás de la mejor piel, que tapan con sábanas para no desgastarlos.
Hay personas que se hipotecan en coches de alta gama o en reorganizar su cuerpo mediante cirugía, en cámaras de fotos a las que no sacaran partido o en aparatos de gimnasia que nunca usarán.
Hay personas que invierten dinero en viajes, en vacaciones a paraísos caribeños, en vestidos que “lucirán” en un par de ocasiones o en aumentar su colección de zapatos.
Hay personas que dedican su tiempo libre en practicar deportes caros, en salir a tomar vinos o cenar en restaurantes.
Hay personas, afortunadamente, para todos los gustos, y todo es cuestión de preferencias.

Cada uno es libre de hacer con su dinero lo que le venga en gana, pero...
También existe la pintura, la escultura, la fotografía, el grabado, el dibujo, la cerámica, la arquitectura, el teatro, el cine, la danza, la ópera, la música, la artesanía, la literatura, el cómic. Existen tantas cosas...

¿Merece la pena conservarlo?
¿Qué estás dispuesto a pagar…?
 
 
 
 

 

1 comentario:

  1. Hola!
    Tu blog está genial, me encantaria afiliarlo en mis sitios webs de Turismo y por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiarnos ambos con mas visitas.

    me respondes a munekitacate@gmail.com

    besoss!
    Emilia

    ResponderEliminar