Una
buena novela o un libro de ensayo.
Una
escultura o una pintura.
Un
grabado o una fotografía.
Una
obra de teatro o una buena película.
Un
hermoso edificio o un elegante puente.
Una
silla o un objeto inútil.
Una
melodía o una ópera.
Una
danza o una buena campaña publicitaria.
Un
collage o un discurso.
Una
poesía o una canción...
Podría
hablar de la necesidad del artista en plasmar sus ideas e inquietudes.
Podría
hablar de comunicar sensaciones, de enseñar al mundo lo bello, lo trágico o lo
injusto.
Podría
hablar de vanguardias, de modernidad y de lo clásico.
Podría
hablar de valores, de recuerdos, de futuro y de lo inmediato.
Podría
hablar de tantas cosas.
Pero…
¿Qué
sentido tiene el arte sin espectador?