Hace
unos días me reencontré con una película que tenía en el olvido. Se trata de “El
acorazado Potemkin” de Serguéi Eisenstein y más concretamente con el fragmento
de La escalera de Odessa, donde las fuerzas zaristas masacran a la población
civil.
La
escena es espectacular, está realizada de una forma soberbia, es francamente
dura y considero que no deja indiferente a nadie.
No
me gusta ser pesimista, ni hacer miradas al pasado...
Últimamente
prefiero ver un cine que me entretenga, que no me haga pensar, ni que me haga
pasar malos ratos, aunque de vez en cuando conviene volver a visionar
determinadas escenas y películas que grandes directores de cine nos han dejado.
Tan
solo, para hacernos reflexionar un poquito y no mirarnos tanto el ombligo.
Hoy
he tenido tiempo para ver diferentes concursos que han salido publicados en la
red. No todos los que mirado son de escultura, pues cada vez hay menos. Lo que
me he percatado, es la cantidad de ellos que hay de fotografía. Raro es el
lugar o asociación que no convoque uno.
Miro
las bases de alguno de ellos, y como de costumbre, uno es muy viejo para
algunas cosas.
Me
llama la atención cuando miro las fotografías que han ganado alguno de ellos en
ediciones anteriores, y parece que están realizadas por un mismo grupo de
personas. No solo me pasa cuando veo estas fotografías, también sucede cuando
ves imágenes en internet en diversas páginas o cuando te envían el típico power
point.
No
sé, si os pasa lo mismo que a mí, pero yo veo imágenes excesivamente tratadas, colores
supersaturados y un enfoque extremo que hace que las fotos sean artificiales.
Veo
una abundancia de preciosismo en las imágenes y un abuso de determinados temas.
Si
bien estoy totalmente de acuerdo con el retoque digital, más que de acuerdo lo
considero necesario, creo que se abusa de él, y esto perjudica a una buena
imagen.
Como
en las otras artes plásticas, en la fotografía hay diferentes estilos y
tendencias, y parece ser que la que prima es esta a la que me refiero.
Ojo,
hay fabulosas fotografías retocadas, pero son las que no somos capaces de distinguir
a primera vista su mejora.
Si
miráis en internet comprobareis esto que os digo, y repito hay magníficas
fotografías y otras que se acercan más a lo kitsch.
Un
ejemplo muy claro lo vemos en esas fotos de unos caballos galopando a orilla
del mar, o ese paisaje en el que vemos un rio con un agua y unas piedras que
parecen artificiales. ¿No os recuerda a los cuadros que podéis encontrar en los
chinos o en tiendas de marcos? ¿No os parece que esa exuberancia cansa?
Como
en todo, el retoque en pequeñas dosis y a ser posible sin que se note. Estamos
invadidos por todos los sitios de imágenes con mucho retoque que no nos llaman
la atención, y esas son las verdaderamente complicadas, pero como siempre suele
pasar despierta más interés un grito que un susurro, aunque el susurro por lo
general tenga más significado.