Este
fin de semana me voy de cacería y espero capturar alguna presa si el tiempo me
acompaña, aunque a decir verdad, las condiciones meteorológicas pueden variar mis objetivos.
El
pronóstico del tiempo dice que probablemente caiga agua, y esto en un momento
dado puede hacer que salga algún trofeo inesperado. Por el contrario, si sale
el sol, tendré la oportunidad de volver a otear ese blanco que no pude conseguir
en anteriores batidas.
Este
fin de semana iré en solitario, para mí no hay temporadas de caza, voy a echarme
al hombro mi arma, e iré de furtivo, seré discreto, esta vez pretendo que sea
caza mayor. Quiero una presa única y que nadie haya conseguido anteriormente.
Tengo
suerte, pues no tendré que desplazarme muchos kilómetros porque alrededor de
donde vivo hay mucho monte.
Tendré
el arma cargada y buscaré con otra mirada, lugares donde otros cazadores no
supieron o no percibieron que en ese lugar se podía dar caza a numerosas conquistas.
Mi
arma no es de las mejores, pero cuento con el factor sorpresa y con la
experiencia. Esperaré paciente al objetivo y dispararé una y otra vez, no me
preocupa quedarme sin proyectiles, ya que el petate lo tengo bien cargado.Intentaré no fallar, soy consciente que siempre hay balas perdidas, otras rebotadas me darán alguna recompensa no buscada.
No
sé el tiempo que estaré de cacería y desconozco como me irá, aunque tengo
esperanza en traer algo jugoso.
Volveré
a casa, valoraré mis trofeos, me desharé de algunos, otros los congelaré y
seguramente los mejores los cocinaré de inmediato.
Tan
solo me queda compartirlos, que es parte del plan.
Este
fin de semana me voy de cacería, iré a hacer fotos e intentaré “capturar el instante” como lo hiciera Cartier
Bresson, me acordaré de Ansel Adams y buscaré el sistema de zonas, esperando no
volver con el recuerdo de la segunda parte de la cita de Adams cuando afirmó,
que “La fotografía de paisaje es la prueba
suprema del fotógrafo y a menudo la decepción suprema”.
Este
fin de semana saldré a buscar…
Ansel Adams