Leo
un periódico, escucho la radio o veo la televisión, y gran parte de lo que allí
recibo es mentira.
Ejerzo
mi derecho a voto, dando mi confianza a unas personas, y recibo a cambio
mentiras. Escucho
a gente por la calle mintiendo, intentando aparentar lo que no son. Observo
poblaciones que me muestran sus mentiras. Soy
consciente que a veces vivimos en una gran mentira.
Pero
yo elijo…
Cuando
te acuerdas de la afirmación de Claude Debussy, cuando dijo que:
“El
arte es la más bella de las mentiras”, entonces, es cuando te das cuenta que te
apasionan las mentiras.
Miénteme
y dime que no te gusta lo bello.
Miénteme
y dime que no aprecias el talento.
Miénteme
y acércame a la magia.
Miénteme,
hazme disfrutar con tus sonidos.
Miénteme
y llena de color mis ojos.
Miénteme
y hazme llorar, sonreír.
Miénteme
y dime, que lo que tú haces es de verdad.
Miénteme
y dime, que lo que tú haces es mentira.
Miénteme
para hacerme sentir bien, para creer en algo.
Corría
el año 1988, cuando un joven estudiante de Artes y Oficios, más o menos por
estas fechas de abril, se planteó la posibilidad de exponer lo que había estado
haciendo durante los meses pasados.
Aquel
joven estudiante, ya tenía claro que lo suyo era la escultura, gracias a las
enseñanzas que recibió en aquella escuela por parte de algunos maestros.
En
el mes de agosto de ese mismo año, consiguió su propósito, y realizó su primera
exposición de escultura.
La
exposición contenía una colección de dibujos taurinos y una veintena de esculturas
de muy diversas tendencias, pues aún no tenía definido su propio estilo. Como
todo joven interesado en algo, estaba abierto a todo, era como una esponja, y
eso quedaba reflejado en lo que él hacía. La
exposición, no fue muy visitada, pero en definitiva, aquello no era más que un
arranque, una salida hacia una meta.
Veinticinco años más tarde de aquella exposición, ese mismo joven, con unas
cuantas canas, regresa a la que fue su escuela para exponer, (en una sala de
exposiciones renovada), sus últimas esculturas. Con las mismas ganas y la misma
sensación de salida, pero esta vez su meta es, continuar buscando.
Hace
tiempo me di cuenta, que en esto del arte, si llegas a una meta, corres el
riesgo de no avanzar más.
Hará
un par de años, decidí por motivos que no vienen al caso, no volver a exponer
en mi ciudad, pero siento que tenía una deuda pendiente con la que un día fue, La Escuela de Artes Aplicadas y Oficios
Artísticos de Ávila.
Regreso
a mi escuela, dónde aprendí mucho de lo que hoy sé.
Compartiendo
con antiguos profesores sus enseñanzas, y anécdotas con el personal laboral.
Compartiendo
con compañeros recuerdos, y sobre todo, empapándome de las ganas, sabiduría, juventud
y deseos de aprender de los alumnos que allí estudian.
En
definitiva, mis nuevos compañeros de viaje.
Las
obras que expongo son el resultado de estos veinticinco años de trabajo, de aprendizaje
y un nuevo comienzo de futuros proyectos, que ya se están fraguando.
Regreso,
a la que un día fue mi casa, donde pasé muchas horas en los talleres.
En
la era de la fotografía digital, a veces echas de menos aquellas fotografías en
blanco y negro, en el que los grises te daban un gran juego.
El
que ha trabajado con cámara analógica con película de blanco y negro lo sabe
bien. Simplemente era cambiar tu manera de ver, percibiendo los colores como de
grises y buscando la mayor gama de tonos en tu escena.
En
esta fotografía que os presento realizada con cámara digital, trato de buscar
esos grises, desde el blanco más absoluto hasta el negro más profundo.
A
veces no es necesario tener el paisaje más espectacular, es tan sencillo como
aprender a observar lo que tienes a tu alrededor, siempre sabiendo de antemano
lo que quieres.
Un
punto de fuga bien marcado se puede ver obstaculizado por lo que tienes en
primer plano, y esto, en más de una ocasión, se asocia contigo para componer la
imagen.
Probablemente
esta foto no funcionaría, si las marcas de las ruedas del tractor no estuvieran
en primer plano. Estas dan sentido a la imagen, en cuanto a su composición y
sus posibles significados.
Lo
primero que me vino a la mente cuando miré a través del objetivo, fue ese freno
o esas zancadillas que nos ponen en nuestro camino. Pero son esas cosas las que
dan sentido a la vida.
Hay
que mirar el lado positivo y creer que un cruce de caminos te puede ayudar a
encontrar ese punto de fuga.
"No sólo el diablo se te puede aparecer en un cruce de caminos"
Hoy,
una cantautora, Sara Veneros, a la que no tengo el gusto de conocer, pero
merece la pena escucharla.
Qué
mejor que ella para presentarse.
No
hago más que copiar y pegar su presentación de su página web. http://www.saraveneros.com . Que lo disfrutéis.
“Me llamo Sara López
Veneros,melicencié en guitarra clásica, me diplomé
magisterio musical, estudié arte dramático, canto y música moderna sobre todo
con mis queridos Juanpablo Toch y Tata Quintana . Mientras tanto y hasta el día
de hoyhe estado subiéndomea los escenarios como guitarrista, cantante y
actriz, además de compaginarlo como docente. Mi camino artístico
ha ido inevitablemente ligado a un proceso de auto conocimiento y crecimiento
paralelo. Tras muchos años de
imparable y fascinante viaje pordiferentes universos, ahora me siento con la fuerza de poner orden
ycompartir parte delo vivido. GRACIAS a todos mis
compañeros de viaje”.