Escultura, Arte y Música

Escultura, Arte y Música



miércoles, 27 de marzo de 2013

Algo personal


A lo largo de la historia, el ser humano ha tenido la necesidad de ejecutar acciones que de una u otra manera le han servido, bien, para mostrar una idea o unos ideales, o simplemente la búsqueda de un significado simbólico.

Desde el comienzo de la humanidad y gracias a la evolución de nuevas técnicas y avances, el hombre ha sido capaz de generar imágenes con significado propio. Imágenes que van más allá de la mera representación de un motivo.
Éstas comienzan a comunicar al espectador las sensaciones del que las realiza, o las ideas que un grupo decide a quien irá dirigida esa imagen.
Imágenes con un objetivo, que buscan un receptor, bien sea humano o divino.

En el Paleolítico Superior, encontramos representaciones con este carácter simbólico en las pequeñas esculturas de la Venus de Willendorf o en la de Lespugue. Estas imágenes a las que se les asigna ya una valoración estética, se asocian a cultos relacionados con la fertilidad y la reproducción.
Por lo tanto, vemos cómo desde la más remota antigüedad el hombre se preocupa de aspectos diferentes a la hora de crear.
En estos primeros momentos, podríamos decir que la escultura es más “manejable”, puesto que son por lo general pequeñas obras. 

Con el paso del tiempo, las técnicas, el descubrimiento de nuevos materiales y sobre todo el desarrollo intelectual del ser humano nos brinda nuevas imágenes.
El hombre cambia, aparecen nuevas sociedades y nuevos conceptos, y la arquitectura se mezcla con la escultura, que aunque siga manteniendo formatos menores, crece en tamaño al ir junto a grandes edificaciones.

Cuando se separa del complejo de la edificación, muros o sustento, la escultura afianza su propia identidad.
Acompañada  o no de edificaciones, la escultura o concepto escultórico es capaz de absorber la idea tradicional de la edificación, aportando al diseño de cuatro paredes, un carácter estético y formal que es imprescindible a la hora de ejecutar un proyecto arquitectónico.

La escultura crece no sólo de tamaño, llegando a una perfección absoluta en la Grecia Clásica, centrada en la representación de la figura humana. Encuentra en el movimiento, belleza, perspectiva, composición y anatomía la verdad de la forma, gracias a las manos de escultores como Praxíteles, Mirón, Lisipo, Fidias, Scopas o Polícleto.

Esta escultura, al igual que en las anteriores etapas tiene diferentes objetivos, como el de representar deidades y referentes mitológicos o la pura representación de la grandeza y el poder de quien gobierna.
No obstante esta idea de la belleza clásica no es real, pues ¿Cómo es posible que en aquella época todas las personas fueran bellas?
Así, encontramos en exposiciones de escultura griega, una belleza, que es simplemente una idea de una época determinada, fiel reflejo de unos conceptos, pero no de una realidad.

Los siglos corren y la escultura cambia, como lo hacen las sociedades. Años en los que la mente de los escultores va pareja a lo que les rodea.

Dando un gran salto, como si hubiésemos pilotado la máquina del tiempo de H.G Wells, nos metemos en el estudio de Auguste Rodin y notamos un cambio significativo en su obra, anticipándonos el nacimiento de escultura moderna.

*Sus obras aparecen deliberadamente faltas de forma, sus contornos, si bien están magistralmente tratados, parecen esperar, que sea el espectador el que aporte significado a la obra, son obras indudablemente abiertas.
Hemos de tener en cuenta el contexto en el que se realizan, un intenso final del siglo XIX, en plena revolución industrial, teorías evolucionistas de Darwin, investigaciones del inconsciente de Freud y por supuesto el nacimiento de la fotografía.
En la obra de Rodin el tema no parece ser una cuestión importante, como ocurría anteriormente, sino más bien un pretexto para realizar fascinantes exploraciones sobre la forma.
Es un profundo renovador de la escultura pública al librarla del idealismo y de sus convencionalismos tan manidos. Pone en entredicho conceptos tan arraigados como los modelos de composición, el tratamiento idealizado y alegórico, o el clásico pedestal, siempre con el fin de acercar el arte a las personas corrientes.

Ya entrado el siglo XX la escultura pública se convierte en parte del ciudadano, obra que ya no pertenece a un mecenas en particular.

Dejando de lado toda la escultura urbana que se realizó en época de revoluciones políticas, postguerras o esculturas realizadas a la mayor gloria de políticos o dictadores, la escultura urbana actual posee un carácter diferente.
Recorriendo diferentes localidades, observamos el paso del tiempo a medida que nos topamos con esculturas en la calle.
En un corto plazo de tiempo de apenas cien años, contemplamos diferentes estilos y tendencias. También nos percatamos o podemos intuir, cómo era la sociedad y quien gobernaba en determinados lugares.

En los últimos veinte años hemos asistido a una relativa uniformidad de estilo, dónde el metal, ha “tomado las calles”.

Como el planteamiento escultórico de Rodin, la obra urbana deja al público, libertad para expresar sus críticas, se convierte en parte de un museo al aire libre, deja de tener tintes políticos, aunque en ocasiones sean obras, que determinados dirigentes pretenden hacer suyas, sobre todo cuando su único objetivo es competir con otras poblaciones.
Siendo partícipe y estando a favor de la escultura pública, hay veces, que viendo algunas, me acuerdo de aquella canción de Serrat, “Algo personal” cuando decía: “…a ver quién es el que la tiene más grande”...


*Algunas partes extraídas (en lo referente a Rodin) de: Mario Croissier y Servicio educativo - Laboratorio de las Artes
 
 

 

sábado, 23 de marzo de 2013

Al otro lado


¿Te has puesto alguna vez frente a un espejo?
¿Has observado algo, más allá de lo que normalmente ves?
¿Te has planteado ponerte al otro lado?
¿Has mirado a través de los ojos de otra persona?
¿Te has puesto en su lugar?
Este es el planteamiento de la obra que os presento. Un trabajo en el que la fotografía se mezcla con otros materiales. Fotografía analógica en blanco y negro, con materiales como cartón, goma eva, cartulina y alambre de espino.
La composición de este pequeño cuadro se basa en la realización de cuatro autorretratos, en los que el rostro aparece cubierto. Tengo ante mis ojos algo que no me deja ver más allá, tengo cubriéndome la cabeza una tela. Una tela que me hace ver de otra manera, una tela que me atormenta.
¿Os imagináis como ven las mujeres de algunas culturas? ¿Cómo se sienten los olvidados?
 
 
Este es un ejercicio que todos deberíamos hacer de vez en cuando.
En esta pequeña obra muestro, aparte de las fotografías, un fondo gris que todos tenemos, un cartón que representa la aridez y nuestra sequía de mente,  poniendo alambres de espino, no permitiéndonos el acercamiento a otras personas, no permitiendo la empatía.
Esta pequeña obra no es más que un ejercicio.
Un ejercicio que todos deberíamos hacer de vez en cuando.
El título de este post, me ha recordado a un disco de hace tiempo, de un grupo que para mí fue uno de los mejores que tuvimos en este país. El disco era “Al otro lado” de Asfalto. Este disco contiene una gran canción titulada El viejo, que considero que encaja perfectamente en esta pequeña obra.
¿Quién no se ha visto en una situación parecida?
Merece la pena escucharlo, y no sólo por la letra. No soy entendido en música, pero desde mi humilde opinión, creo que estos chicos, lo hacen muy bien.
 
 
 
 

 
 
 

 

martes, 19 de marzo de 2013

Hace diez años...


Hoy hace diez años que unos "amiguetes" declararon irse de "bolos" a un territorio, del cual decían, que tenía muchas, muchas armas de destrucción masiva.

Hace diez años comenzó una guerra absurda.

Hace diez años y más de mil y una noche...

Hoy os dejo con un recuerdo, con una joya, música que particularmente me trae eso mismo.

Recuerdos.

De Rimsky-Korsakov, Sherezade (El mar y el barco de Simbad)

Por cierto, no encontraron ningún arma.


sábado, 16 de marzo de 2013

Personas...


Todo el mundo conoce personas...

Personas que ganaron una importante suma de dinero al Póker, tan sólo jugaron una vez.

¿Eran jugadores?

Personas que nunca cocinaron, pero un día sorprendieron a sus amigos con una comida extraordinaria.

¿Eran cocineros?

Personas que se reunían una vez al mes con sus colegas para jugar al fútbol.

¿Eran futbolistas?

Personas que llevaban treinta años conduciendo.

¿Eran buenos conductores?

Personas que gestionaban mal su empresa, pero de vez en cuando acertaban.

¿Eran buenos gestores?

Personas que los sábados cantaban en Karaokes.

¿Eran cantantes?

Personas que dedicaron su vida a la política.

¿Fueron buenos políticos?

Personas que un día tuvieron suerte.

¿Eran afortunados?

Personas que alguna vez se equivocaron.

¿Confiarías en ellas?

Personas que convivieron con drogas.

¿Les darías tu mano?

Personas que cómo todos, fueron niños.

¿Hoy son adultos?

Personas que realizaron un cuadro formidable, sólo un cuadro en toda su vida.
 
¿Eran artistas?

 

sábado, 9 de marzo de 2013

Más citas de arte


Hoy me apetece compartir unas citas de arte que nos harán reflexionar:

 
Cuando un artista explica lo que está haciendo, normalmente tiene que hacer una de estas dos cosas: o bien desechar lo que ha explicado anteriormente, o hacer que su trabajo, de entonces en adelante, se adapte a la explicación que ha dado.

Alexander Calder

No hay jubilación par el artista, es tu forma de vida, así que no tiene fin.

Henry Moore

La calidad de un pintor depende de la cantidad de pasado que lleve consigo.

Pablo Picasso

En nuestros tiempos, hay muchos artistas que hacen algo sólo porque es nuevo, creen que el valor y su justificación de lo que hacen está en la novedad. Se engañan; la novedad raramente es lo esencial. Lo esencial sólo procede de una cosa: su naturaleza intrínseca.

Henri de Toulouse Lautrec

Pintar es fácil cuando no sabes cómo, pero muy difícil cuando sí lo sabes.

Edgar Degas

Decir al pintor que la naturaleza debe ser tomada como es, es decir al pianista que puede sentarse sobre el piano.

James Whistler

La calidad nunca es un accidente; siempre es el resultado de un esfuerzo de la inteligencia.

John Ruskin

El arte no está hecho para nadie, y es, al mismo tiempo, para todos.

Piet Mondrian

El arte va más allá de su tiempo y lleva parte del futuro.

Wassily Kandinsky

No es necesario creer en lo que dice un artista, sino en lo que hace.

David Hockney

Una obra de arte es un rincón de la creación visto a través de un temperamento.

Emilio Zola

El arte no es una cosa sino un camino.

Elbert Hubbard

Sin arte la vida sería un error

Nietzsche






 

 

lunes, 4 de marzo de 2013

From the cradle // Eva Sebastian


Una de las mejores cosas que me sucedieron cuando tenía la Galería de Arte, fue tener la oportunidad de conocer a numerosas personas.
Artistas, artesanos y clientes que allí se daban cita, con los que se mantenían conversaciones de verdad. El fútbol, la política y otros temas se quedaban aparcados en la acera.
Una vez al mes inaugurábamos exposición, sumándose cada vez más personas a los habituales a la Galería.
Fue en una de esas inauguraciones cuando conocí a Eva Sebastian, una persona de aquellas, que cuando te la presentan, desde el primer momento, adivinas a través de sus ojos sinceridad, comprendes que si un día llega a ser tu amiga será para siempre, aunque la veas tan sólo una vez al año.
Así percibo a Eva, que desde niña escribía canciones, comenzando en Ávila sus estudios musicales.
Tras participar en diferentes festivales nacionales e internacionales se perfeccionó en Alemania. Allí conoció a Christoph Reiss, bajista, ingeniero de sonido y crítico musical y formaron SED, (banda donde nacieron sus primeros dos álbumes HOY HE VUELTO A TI y FOTOCOPIA DE NADIE).
Tras una intervención quirúrgica, interrumpió una firma de contrato discográfico importante y le mantuvo apartada de los escenarios por un tiempo, volcándose su carrera en la composición de temas y de cuñas discográficas.
Trabajó en varios estudios de música, Westend Music, Marell Audiomedia y formó parte del trabajo discográfico de Umsonst & Draussen. Colaboraciones en álbumes como Songs of the World e incursiones en la música electrónica.
Después de 2 años de trabajo con el equipo de Luis Rodriguez del Team 33 (Modern Talking, Bonny Taylor, David Tavare, etc) en Mallorca trabajando con Pablo Ochando (La Granja), aceptó la propuesta de trabajar en Latinoamérica, donde ha terminado de producir su álbum VISTAS AL MAR, grabado fundamentalmente en Santiago de Chile, Ciudad de Méjico, Munich y Madrid.
Gige Vidal, Leo Ahumada, Chaparro, Christoph Reiss y la colaboración especial de Antonio Arco, de El Puchero del Hortelano, así como David Gómez, Chris Arriagada entre otros, han sido parte del equipo que terminada la producción musical se encuentra rodando dos vídeoclips de apoyo.

Actualmente vive entre Viña del Mar (Chile) Wuerzburg (Alemania) y Ávila.
Cuenta con una amplia autoría de composiciones y canción de autor.


Pronto, Eva Sebastian sacará al mercado un nuevo trabajo del que os mantendré puntualmente informados.
 
 

 

viernes, 1 de marzo de 2013

¿Cuáles son los objetivos del artista...?


En un debate o foro de los que nos encontramos a menudo en este medio, surgen preguntas de diferente tipo.
Hace unos días participé en uno que planteaba la siguiente pregunta:

¿Cuáles son los objetivos del artista, si la venta de su obra, su propia satisfacción, o la necesidad de comunicar, mediante su obra, a la humanidad?

Primero habría que distinguir entre varios tipos de artistas o creadores (prefiero esta palabra). Están los que se dedican exclusivamente a su obra, sin trabajos externos que les "cubran las espaldas". Los que tienen un respaldo económico, bien sea por estos trabajos o porque simplemente su economía se lo permite, los que están respaldados por instituciones o los que se lo han ganado a pulso por su trayectoria artística.

Cada caso es diferente, pues hay a quien no le interesa vender su obra o hay obra que no está destinada a la venta. A cualquiera que se dedique a esto, en un momento dado no le importaría quedarse con su obra, pero también pienso que hay una necesidad de compartir, y no sólo por el mero hecho de poder seguir con tu producción. Yo regalaría mi obra, o para ser más exacto, la cambiaría por otra de otro autor (como hago en ocasiones) pero todo el mundo tiene unos gastos, además todo trabajo debe ser remunerado.

Por lo tanto, la obra de uno viene unida a las circunstancias del autor. Probablemente mi obra sería distinta si mis posibilidades económicas fueran otras, mi obra o la de otros comunicarían otra cosa y mi círculo sería diferente, aunque yo fuera el mismo, o quizá no. ¿Quién sabe?

Todos sabemos de autores que en un principio su obra era sincera, de verdad, y con el tiempo esta se convirtió en pura mercancía, obra realizada sin ningún sentimiento, mecanizada...
Obra que desaparece, para dejar paso a una firma. Da igual lo que avale una rúbrica, si el proceso de elaboración lo marca el mercado.
¿Por qué pagar una millonada por un cuadro o una escultura de fulano o mengano, si este no ha visto ni la obra?

La pregunta con la que comienza el debate, tiene muchas respuestas.
En primer lugar considero que todo autor de algo, siente la necesidad intrínseca de crear, de dar luz a lo que su imaginación le brinda, mediante un pedazo de barro, acero, óleo, acuarela, un teclado de ordenador, un gesto, su voz, o una partitura. Esa es la diferencia. Hay personas que tienen gran imaginación pero no saben, no quieren o no tienen la capacidad de expresarla.
También existen los que sin tener nada de imaginación o creatividad, tienen habilidad con la herramienta. ¿Estos son artistas?

Satisfacción, sí. ¿Y necesidad de comunicar? No necesariamente, pues no todo lo considerado arte comunica o expresa los sentimientos del autor.

Más de lo que nos imaginamos el pintor, pinta y ya está.

Un pintor sale día tras día al campo con su lienzo, óleos y pinceles a plasmar un paisaje, a pasar un rato en soledad, a olvidarse del mundo y decide exponer su obra. Una obra realizada sin pretensiones, unas pinturas que reflejan la realidad, lo que el pintor observó, unos cuadros expuestos para que su gente los disfrute. Pero ¿por qué nos empeñamos en buscar sentido a lo que aquel hombre pintó?

¿Por qué tratamos encontrar tras esas perfectas pinceladas, un doble sentido?

¿Por qué analizamos la personalidad de una persona que no conocemos?

¿Por qué a veces nos creemos tantas mentiras?

¿Por qué, cuando hay verdad no creemos?

No quiero extenderme más, y ante la pregunta del debate, en estos momentos pienso que hay un poco de todo, venta, satisfacción y comunicación, aunque al final, es la obra la que decide y la que encuentra sin buscar, pues esa es la verdadera obra de arte.